Mareas
En tus ojos está el mar.
Me gusta sentir los flujos
las corrientes.
Ver con mis propios ojos
el agua infinita, incansable, que se mueve inquieta, acomodándose, respirando.
Inabarcable.
Nademos, nademos juntos, desnudos. El agua fría y suave nos masajea. Es el espacio y el tiempo que nos moldea.
Es la vida que se estira y se retrae entre nosotros dos.
Me encantaría pasear en tu orilla con la marea baja, y surfear tus mareas altas.
Estoy ahí. Parada mirando. Soy testigo. Soy parte.
Me gusta sentir los flujos
las corrientes.
Ver con mis propios ojos
el agua infinita, incansable, que se mueve inquieta, acomodándose, respirando.
Inabarcable.
Nademos, nademos juntos, desnudos. El agua fría y suave nos masajea. Es el espacio y el tiempo que nos moldea.
Es la vida que se estira y se retrae entre nosotros dos.
Me encantaría pasear en tu orilla con la marea baja, y surfear tus mareas altas.
Estoy ahí. Parada mirando. Soy testigo. Soy parte.
Comentarios
Todavia tengo pendiente el nadar desnuda, asi que lo anoto en mi papiro interminable de cosas por hacer.
Besos niña...
Me llamó la atención lo que dijiste por ahí que los hombres somos uno con diferentes máscaras. Qué curioso. Es como si vieras algo igual en todos. Puede ser, no los conozco tanto, aunque me conozco mucho. Sospecho que tal vez sea algo mayoritario. Los hombres somos como el fútbol, "masivos", pero hay algunos pocos con una sensibilidad y una mirada de la cosas más sutil. Me encantaría ser uno de ellos. Mientras tanto me encanta leer algunas cosas que has escrito. Saludos