Entradas

Mostrando las entradas de abril, 2008

Adoro la teletransportación

Imagen
El nido vacío  Se trata de la última película de Daniel Burman, estrenada el jueves pasado. Una película de  autor muy cuidada, con muy buena producción (BD), de esas que hay pocas en Argentina. La verdad que el chabón la tiene re clara, tiene una buena historia y la sabe vender.  La peli tiene un formato internacional, más allá de que el tema sea inherente a cualquier sociedad occidental basada en la familia. Todo el tiempo me imaginaba un público español por ejemplo. La Buenos Aires que muestra, es la de la clase media-alta: microcentro, shoppings, viajes; la clase media que no ve los conflictos sociales. Con esto no estoy haciendo una crítica, me parece bien que una película argentina no baje línea social. Y sin importar lo que me parezca, el cine argentino tercermundista pasó de moda en Europa, y Burman lo sabe muy bien.  Es una película íntima, que trata de captar las sutilezas de los vínculos. La primera escena me pareció simplemente increíble. Burman supo mostrar la complicida

Fantasmas

Imagen
Les transcribo un fragmento de ese libro, segunda parte de "La trilogía de Nueva York" de Paul Auster. Digamos que me encontré leyendo esto hoy, y me sentí perfectamente identificada con este fragmento. Especialmente en estos días. " Azul se imagina a sí mismo en otro sitio, lejos de allí, caminando por el bosque y balanceando un hacha sobre su hombro. Solo y libre, dueño de sí mismo al fin. (...) Pero no va más allá. Porque no bien empieza a pasear por ese bosque que está en mitad de ninguna parte, nota que Negro también está allí, escondido detrás de un árbol, acechando invisible a través de la espesura, esperando a que Azul se tumbe y cierre los ojos antes de acercarse furtivamente a él y cortarle el cuello.  Continúa indefinidamente, piensa Azul. Si no se ocupa de Negro ahora, el asunto nunca tendrá fin. Eso es lo que los antiguos llamaban destino , y todos los héroes debían someterse a él. No hay elección si hay que hacer algo, eso es lo único que no deja elección.

Gastroenteritis aguda

Imagen
Aquí me encuentro yo, frente a mi pc hogareña, dentro de la frontera de mi habitación. Es lunes, horario laboral, pero yo, felizmente en casa.De vez en cuando tengo que correr al water*, y debo aceptar el extorsivo trueque de una tostada por una corrida a ya-sabemos-dónde. Pero nada como un flashback a mi vieja y amada rutina. Lo alarmante es lo rápido que me readapto, y que no me cuesta ni un poco. Como si nada. Me despierto sin alarma (aunque más temprano por la costumbre de mi reloj interno), desayuno tranquila escuchando radio (en lugar de Perros, escucho Peña) y subo un rato a la compu. Ahora, como buena ñoña que hace tiempo no pude ser, me voy a poner a estudiar y a aprovechar para organizarme. ¡Aguante tomarse el día por enfermedad! Lo que me preocupa es la siguiente comparación: Cuatro meses para acostumbrarme a levantarme a las siete, y todavía no logro llegar a viernes (a miércoles siquiera) sin que me duela la cabeza por el sueño. Un día para que todo vuelva a ser como antes

Gente del treinta y nueve tres

Imagen
Hace tiempo que quiero escribir sobre los habitués del treinta y nueve tres. Es la única línea que une el centro con Palermo, y los que lo tomamos somos siempre los mismos. Uno de estos personajes es "Madre Teresa de Calcuta" o "Malcom* matutina". Empecé a llamarla así porque es la típica que no se sienta nunca, y está siempre pendiente de que los demás le den el asiento a la señora mayor, a la embarazada, al niño con mochila, etc. Poco a poco empezó a trasmutar a Malcom. Viaja siempre con el novio, y siempre con mala cara. Aparecen siempre de a dos, pequeñitos de tamaño, nunca de la mano. Ella suele tener su cara de preocupación, y chequea el reloj cada dos minutos dando resoplidos mientras se asoma a ver si viene. Él, pobre, la mira con cara de pollito mojado. Mudos. Él siempre tuvo la culpa de algo. Cada mañana. Tienen perfil de estudiantes de algún lugar del interior de Buenos Aires, que viven solos. Ella seguro que apenas llegó vivía en una pensión para estu