Gastroenteritis aguda

Aquí me encuentro yo, frente a mi pc hogareña, dentro de la frontera de mi habitación. Es lunes, horario laboral, pero yo, felizmente en casa.De vez en cuando tengo que correr al water*, y debo aceptar el extorsivo trueque de una tostada por una corrida a ya-sabemos-dónde.

Pero nada como un flashback a mi vieja y amada rutina. Lo alarmante es lo rápido que me readapto, y que no me cuesta ni un poco. Como si nada. Me despierto sin alarma (aunque más temprano por la costumbre de mi reloj interno), desayuno tranquila escuchando radio (en lugar de Perros, escucho Peña) y subo un rato a la compu. Ahora, como buena ñoña que hace tiempo no pude ser, me voy a poner a estudiar y a aprovechar para organizarme.

¡Aguante tomarse el día por enfermedad!



Lo que me preocupa es la siguiente comparación:

  • Cuatro meses para acostumbrarme a levantarme a las siete, y todavía no logro llegar a viernes (a miércoles siquiera) sin que me duela la cabeza por el sueño.

  • Un día para que todo vuelva a ser como antes, y que sólo al pensar en que dura nada más que ese día, toda la fiaca del mundo amenaza con no dejarme volver a las andanzas.








* Water: modismo español para "baño". Me gusta porque así dicen en los libros traducidos en España, y porque es más coqueto.*1
*1 ¡Basta de decir coqueto!

Comentarios

Oruga Viajera dijo…
Ah, y no quería dejar de agradecer a un compañero blogger que me cuidó y me mimó tooodo el fin de semana.

Gracias cochicocú!!
Anónimo dijo…
Y sí, che, es jodido esto de hacerse grande y trabajar y estudiar y todo junto.
Lacan decía de los síntomas que eran palabras atrapadas en el cuerpo. Como siempre, una genialidad sin misticismos.
"La historia del amor" avanza rapidito rapidito. Qué personaje este Gursky.
QSUM dijo…
Fea palabra coqueto.
Linda morsa la del dibujo.
Hacia mucho que no dejaba mi huella por este bello blog, pero eso no me impedia pasar de a ratos a darme una vuelta!
Humanoide dijo…
pasaba a saludar nomás.

¿Queda mal decir que envidio tu gastroenteritis?
Oruga Viajera dijo…
Cochi: Gracias nuevamente. Y aguante Gurskyy!!

Sol: No es una morsa! jajaja. Es un castor, o algo así.

Humanoide: No lo hagas, no lo hagas. Me estoy arrepintiendo. Creo que un día de vagancia no vale tantos retorcijones.
angelina dijo…
cheee.. es cierto, y siempre lo digo, uno tarda tanto en habituarse y tan poco en reacostumbrarse! (vos me entendes). porque es tan corto el amor y tan largo el olvido!
Lara dijo…
Un día sin ir a trabajar es la manera perfecta de odiar tu trabajo. Aunque todo lo que hagas sea mirar el techo, te lo estás perdiendo por ese maldito lugar...

Saludos

Entradas más populares de este blog

Otra nota mental