Está oscuro, frío, húmedo. Estoy ahí, semilla, apretada. Me tocó un sueño, un deseo, un impulso, como un rayo. Es la hora. Es momento de abrir la piel, empujar un brotecito. Es la hora, no hay vuelta atrás, con toda mi fuerza, abriendo lugar entre la tierra, oscura, fría y húmeda. Veré la luz algún día? Si paro a preguntar, paro. No sé ni cómo es la luz allá afuera, pero la intuyo. Está dentro de mí, es la fuerza que me brota, y que no puedo evitar. Vacío, negro, no sé que vendrá después, sólo sé que sin un paso no viene el próximo. Y el paso de ahora es este. No hay nadie alrededor, no tiene que ver con nadie más. Sólo yo, mi fuerza y la tierra. Soy alguna cosa? Si no salgo de aqui, este tiempo habrá valido la pena? Cada pregunta, cada duda, detiene la fuerza. No sé que hay, pero estoy yendo, mi corazón empuja, rasga la piel y se ancla un paso más, otro. Un paso después del otro. Hasta la cima. Hasta el sol.
Comentarios
que lindo lo del restaurant tailandes. me encantaria trabajar ahi y conocer sobre eso. me haria peinados tailandeses y empezaria a vestirme como un tailandes, creoq ue lo màs divertido de las distintas experiencias es mimetizarse con el medio y mutar. mutar todo el tiempo, que nadie te conosca, ni te perciba, ni te entienda ni nada. " la mutaciòn en los dias màs felices y simples de tu vida cuando creias que involucionabas y en verdad te estas divirtiendo". un abrazo
Sí, la saqué yo. Medio que es lo que colgaba en la terraza del vecino.
Sof... qué te puedo decir, somos agua, y el agua es mutación permanente.
Por ahora, no pronosticaron lluvias.
Besotee
Todo bien por acá?
Me dijeron que cuando uno tiene un nuevo blog, tiene que pasar por los demás avisando.
Saludos!