Está oscuro, frío, húmedo. Estoy ahí, semilla, apretada. Me tocó un sueño, un deseo, un impulso, como un rayo. Es la hora. Es momento de abrir la piel, empujar un brotecito. Es la hora, no hay vuelta atrás, con toda mi fuerza, abriendo lugar entre la tierra, oscura, fría y húmeda. Veré la luz algún día? Si paro a preguntar, paro. No sé ni cómo es la luz allá afuera, pero la intuyo. Está dentro de mí, es la fuerza que me brota, y que no puedo evitar. Vacío, negro, no sé que vendrá después, sólo sé que sin un paso no viene el próximo. Y el paso de ahora es este. No hay nadie alrededor, no tiene que ver con nadie más. Sólo yo, mi fuerza y la tierra. Soy alguna cosa? Si no salgo de aqui, este tiempo habrá valido la pena? Cada pregunta, cada duda, detiene la fuerza. No sé que hay, pero estoy yendo, mi corazón empuja, rasga la piel y se ancla un paso más, otro. Un paso después del otro. Hasta la cima. Hasta el sol.
Comentarios
Tu reclamo me parece genial, deberia existir una asosiacion de consumidores, pero para la devolucion de hombres inutiles.
Un beso . . .
sole.
mejor exitemos a los haluros de plata men...!! hahahahha
Ange sos grosa.
Podría ser eso con los haluros, quizás experimentando creemos al golem fotográfico, al hombre mítico que cumpla todas nuestros deseos y llene nuestras expectativas.
Pero por ahora me conformo con los de carne y hueso...
Beso chicas!
Un beso, sol.
Tal vez un hombre de haluro de plata es más facil de sacarselo de ensima le tiras un poco de ácido sulfurico y chau chau adios...al menos se termina de ir y no dar tantas vueltas y dejandote vivir en paz