Kirikou y la hechicera

Sí, estuve yendo al Bafici. Mucho, bastante. Igual calculo que no tanto como los que veo cuando llego a la mañana, cuando paso a la noche, o incluso aparecen en fotos en blogs de otros!

Como siempre, hay muchas cosas buenas, y algunas no tanto.



Una de las películas que vi ayer, me dieron ganas de escribir algo, por su inmensa fuerza. Se trata de una de la sección nueva "Baficito", que de ito tiene poco.

Se llama Kirikou y la hechicera, dirigida por Michel Ocelot y es para niños, pero para nada infantil.


Cuenta la historia de un pueblo en África que se ve sometido por la bruja Karaba. El héroe, es nada más y nada menos que un recién nacido que se parió solo, y corre, baila y canta.
Gracias a su inocencia, a lo largo de la historia se pregunta y pregunta a los demás "¿Por qué la bruja es mala?".

Al no obtener respuestas, va en busca de ellas a la montaña donde habita su abuelo. Su inocencia es también la que le da la el deseo y el coraje para atravesar el campo embrujado de la hechicera, y es ella misma la lo hace domar jabalíes y luchar contra topos con tal de llegar.





¿Y cuál es la respuesta cuando finalmente consigue llegar a la gruta del sabio? Que es mala porque tiene una espina venenosa clavada en el centro de la espalda. Como no llega, no se la puede quitar. Y mataría a cualquiera que intente hacerlo, porque no toleraría volver a atravesar el dolor que sufrió cuando se la pusieron. Es mala porque sufre constantemente y no se atreve a cambiar. Ese dolor, sin embargo, le da poder, y no se atreve a perderlo.




Me pareció más que intersante esta mezcla de antropología y psicología, desplegada con tanto color, buena música y ternura. Uno no puede dejar de querer a ese personajito que es del tamaño de un enano de jardín y con la fuerza y energía de lo nuevo, lo inocente.

Es un mensaje anticolonialista para menores de 10 años: El opresor tiene un motivo para ser "malvado", que puede ser desenmascarado. Desde la inocencia se puede cuestionar el orden "establecido", que no tiene por qué ser tal. Y como dice el abuelo, la razón te hará libre (muy francés el abuelito)










Es así como con su ingenio, el diminuto Kirikou logra sacarle la espina, y libera a todo el pueblo de la opresión, y a la bruja, del sufrimiento.

Todos felices, bailan, tamborilean: "Kirikou, es pequeño, pero es valiente"