Huellas

Anduve leyendo estos últimos días en Rosario. Este párrafo me emocionó especialmente.
Y de la mezcla del viaje, el libro, el amor, N, todo, sale esta sensación.



















"Fue el mar, más que ninguna otra cosa, quien hizo que empezara a pensar en secreto acerca del amor. Un amor, ya sabes, por el que valga la pena morir, o un amor que te consuma. El mar, para un hombre encerrado todo el tiempo en un barco de acero, es algo muy parecido a una mujer. Le son familiares sus tormentas y sus calmas, o sus caprichos, o la belleza de su seno al reflejar el sol poniente. Y más aún: estás en un barco que monta el mar y lo cabalga, y al que sin embargo el mar constantemente se resiste. Es el viejo proverbio acerca de las millas y millas de agua maravillosa donde, sin embargo, no puedes apagar tu sed. La naturaleza rodea al marino con todos estos elementos, tan parecidos a una mujer, de los que pese a todo está tan apartado como pueda estarlo un hombre del cuerpo cálido y vivo de una hembra. Y ahí es donde el problema empieza, ahí mismo, estoy seguro"


Yukio Mishima, en "El marino que perdió la gracia del mar"

Va tan al caso, o quizás el caso viene tanto a mí que lo veo en todos lados...

Amor intenso, amor que consume, amor a la distancia... tormentas y calmas. Todo un enigma para mí.


¿Usted señor lector, ha tenido, tiene o siente un amor tormentoso? Inexplicablemente amar.

Comentarios

Anónimo dijo…
Esta bien. no me parece opinar. se poco del amor pero menos se de politica, asi q elijo este para decir; BIENVENIDA SILVINAAAAA welcome to the jungle y to the blog spots. besossss
QSUM dijo…
Tema dificil, el amor y la politica. la verdad le escapo a los amores tormentosos, a los amores y a las tormentas por separado.
Que chica aburrida, no?
Jajajajaj, sil, plis, no me hagas reflexionar mas.

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