Queridos amigos, co-bloggers, compañeros de ruta. Debo anunciar que hoy, he concluido la vuelta número veinticuatro sobre esta bola alrededor de la otra bola que da calor. Sí señor, veinticuatro circuitos, que abren otros infinitos, de vida, de posibilidad, de concreción y de libertad. Estoy muy contenta, y me parece que es algo digo de ser declamado: ¡Ehhh! Ja, ja, ja. Siempre tan cursi yo... En fin. Voy a poner unas líneas que poco tienen que ver con la ocasión, pero que sí tiene que ver conmigo porque lo leí hace unos días, y me sentí identificada. Es una sutileza, es un detalle, que describe un todo. Una arista, o una curva que nos forma el resto de la imagen. Describe a una mujer. Cómo sentimos, cómo actuamos, por dónde vamos. "...María se iba dando cuenta de que había cosas que no podía preguntar, se trata de un método antiguo de las mujeres, perfeccionado a lo largo de los siglos y milenios de práctica, cuando no las autorizan a preguntar, escuchan y al poco tiemp
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