Un nuevo cuento de hadas y gorilas
Mayday, mayday, grey day...
Quisiera que venga un gorila y que con sus alas me lleve a ver todo en perspectiva. Una casa, otra casita, Bueno ahora tenés que hacer esto, decir esto, hablar con este otro. Después doblás a la derecha y listo. Pum pum, dos tiros, pero chaleco antibalas, no preocuparse. Ocúpese, no le ocupe la mente a los demás. Haga lo que tiene que hacer.
Pero... qué triste que el amigo sea gris, y que el payaso no llore... ¿Y qué pasa si ya no hay colores? ¿De qué me visto? ¿Me querés decir?
Bueno, eso no es problema, querida, trépate a tu castillo de amor, y cual Rapunsel, lanza tu frondosa cabellera hacia el bosque del este. Y hacia
allí, el fondo, con casitas, caballos y doncellas lavando sus calzones a la vera del río.
Oh! Maravilloso... ¡Gracias Gorila! ¡Miles de gracias!
Y despacito (aunque no llegué a ver bien) dio un golpecito de talones, y salió volando con su gorro de coronel.
Comentarios
Si vos queres pasear en gorila, yo quiero pasear en ardilla asi veo cosas preciosas como la hormiguita y su miguita (re linda foto)
Ay que ternura.....
Sr H: No está habilitado, pero es rebelde
Sra I: Los cuentos, por decir los cuentos en sí, los sigo haciendo en mi cabeza... No sé si estará bien, o mal, pero ahí siguen.
Bruno, una vez vi un documental que decía que las hormigas se orientan por no sé qué onda lumínica que da el sol, y que si le ponés un filtro amarillento encima, no llega esa onda y se pierden. ¡Chan! Misterio...
Yo no sé, repito lo que me dijeron. Pero mejor dejarlas en paz, mirá si vos con genuina intención científica hacés el experimento desorientativo de la pantalla´marilla y la pobre que desorientaste es la que termina pagando los platos rotos por descarrilada.